Después de unos meses fuera de circulación este blogger vuelve a escribir por una razón de peso: el aburrimiento. Como hace mucho tiempo que no les escribo es mi deber ponerles al corriente de un cambio importante en mi vida. Este corresponsal de sí mismo se ha trasladado un poco más al sur y se ha embarcado en un proyecto de vida conyugal con su inestimable pareja. Ya les contaré...
Como se trata de un blog clandestino, escrito a espaldas de mi chica y amigos, seguido por cuatro gatos y casi destinado al autoconsumo, les prevengo: no esperen muchas entradas. Quizás un par de ellas a lo largo de la semana. ¡Cojones! Haré lo que pueda con el material del que dispongo.
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